"Cuando Mónika vino a casa, yo estaba un poco nerviosa. La verdad que lo de que te pinten la barriga me parecía un poco raro, ya que es algo bastante íntimo, o así lo sentía yo. A medida que fue haciendo el dibujo fui estando cada vez más cómoda. Lola se movía y era muy guay ver cómo el dibujo tomaba formas diferentes por ello. ¡A ella también le gustaba! Cuando vi por fin la barriga terminada ¡¡¡me encantó!!! Sin duda recomendaría a otras mamis que lo hicieran. Es algo único y muy especial. Como los embarazos y los bebés."

"Recuerdo que al principio estaba llena de dudas. No sabía si me gustaría tanto como yo imaginaba, si a Hugo le gustaría pasar ese ratito ahí dentro sintiendo que alguien pintaba la barriguita de su mamá, dudaba si aguantaría bien ese momento, pues el cansancio de los últimos días antes del parto ya se había apoderado de mi... Y al final, nuestro dibujo no me pudo gustar más, a Hugo le encantó porque aunque al principio estaba un poco vergonzoso al ratito no dejaba de moverse y fue muy divertido!!! El cansancio pasó a un segundo plano y yo no podía dejar de mirarme la barriga. Lo repetiría sin duda, es una experiencia que todas las mamis deberían vivir con sus bebés."